Beneficios de comprar un motor segunda mano
Los coches están compuestos por piezas imprescindibles para su funcionamiento; pero -por ejemplo- cuando falla el motor el problema se convierte en un verdadero quebradero de cabeza. El coste de esta parte tan importante que, muchos catalogan como el corazón del vehículo, suele ser muy alto, por lo que la mayoría de los conductores prefieren comprar un motor segunda mano.
Los Centros Autorizados de Tratamiento de Vehículos, mejor conocidos como desguaces, han logrado diseñar una metodología de trabajo que permite darles mejores garantías a los consumidores. De esta manera, quienes compren una pieza de segunda mano podrán tener mayor seguridad en su inversión y, por consecuencia, se disminuirán las probabilidades de inconvenientes en el futuro.
Por lo general, cuando llega un motor a estos lugares, el personal encargado debe asegurarse de realizar una verificación exhaustiva, antes de que salga a la venta. Luego de esto, es importante revisar los niveles de líquido anticongelante y de aceite, para saber en qué estado se encuentra la pieza.
Posteriormente, se procede a colocar en los niveles máximos ambas sustancias y se pone en marcha, por lo menos, unos quince minutos. Esto abrirá paso a otra serie de pruebas relevantes, entre las cuales destacan conocer cómo se encuentra el estado de la junta de la culata, si hay pérdida de agua o aceite, el nivel de compresión, el sistema de refrigeración y la posible presencia de ruidos.
Una vez que se realicen estas evaluaciones, se extrae el líquido anticongelante y el aceite, para su reciclado ecológico donde son desmontados, lavados, identificados, almacenados y salen a la venta. Reciclar estos objetos ayuda considerablemente a la conservación de la naturaleza porque disminuyen los procesos industriales para fabricar otro y, por ende, hay menor impacto en el medio ambiente.
El dueño de un coche puede ahorrar hasta un 50% del valor de la pieza con esta alternativa. Así que no lo dude más y repare su coche a menor precio.